viernes, 10 de noviembre de 2017

OPINION: El PLD debe dejar el tema de las primarias

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EL AUTOR es politólogo. Reside en Europa.
Gran parte de la ciudadanía está muy pendiente de las resoluciones emitidas por el Comité Político cada vez que este órgano de dirección del Partido de Liberación Dominicana se reúne y esto es anormal, dado que la vida interna de un partido, no debe condicionar la vida de todo un pueblo.
Ahora témenos al PLD inmerso en una discusión estéril, que lo conduce hacia un camino a ninguna parte o, al menos, a nada bueno respecto a sus intereses de cara a permanecer en el poder más allá del 2020. Ese tema de la Ley de Partidos respecto al punto de primarias abiertas o cerradas, debe ser ventilado en lo que respecta al partido oficial, de forma directa por el presidente de la República y del Partido, Danilo Medina y Leonel Fernández exclusivamente.
Ellos, que precisamente son en la actualidad, junto al ex presidente  Hipólito Mejía, los políticos más profesionales del escenario actual, tras la desaparición física de figuras como, Juan Bosch, Joaquín Balaguer, José Francisco Peña Gómez, Hatuey De Camps, Jacinto Peynado, Carlos Morales Troncoso, entre otros no menos importantes, le corresponde dar luz a la oscura situación del partido oficial.
El PLD y su liderazgo compartido deben devolver a la Comisión Bicameral del Poder Legislativo, el protagonismo que le ha quitado el Comité Político y la lucha grupal en el seno del mismo.  Esto así porque el tema de la Ley de Partidos, no es exclusivamente vinculante al PLD y sus aliados, sino al conjunto de partidos y organizaciones políticas registradas o reconocidas por la Junta Central Electoral y las ordenanzas de la actual Ley Electoral 275/97 que regula todo lo referente a lo electoral.
Supongamos que el PLD, en un ejercicio democrático interno, aboque al Comité Político a deliberar y luego votar a través de cualquier método, la decisión oficial de la organización respecto a las primarias.  Que usted cree que podría pasar? Para mí hay varias posibles respuestas y ninguna favorece al PLD.
En primer lugar, El Comité Político debe, de acuerdo al complimiento de sus propias resoluciones, respetar el firmado el 19 de abril del 2015, en este caso, el punto  siete que dice lo siguiente: “7- Acoger el criterio de que las decisiones que sean tomadas por el Comité político del PLD sean en base al consenso de los integrantes de ese organismo, y en su defecto, será necesaria las tres cuartas partes de la matrícula del mismo.”
Según se desprende de este punto, para que Leonel o Danilo pueda imponer su criterio interno, debería contar al menos con 27 miembros de ese órgano de dirección del Comité Central y  en cualquier caso, no conviene pasar la aplanadora, pues el equilibrio es un requisito sine qua non, o indispensable para retener el poder en las elecciones generales del año 2020.
En segundo lugar, aunque el PLD y su liderazgo compartido lograran ponerse de acuerdo y levantar la mano en la misma dirección respecto al tema en cuestión, no sería sano para el sistema de partido, aprobar unilateralmente un proyecto de Ley como el de Partidos y Organizaciones Políticas, sin el consenso de las demás fuerzas restantes y mucho menos, sin el concurso del principal partido de oposición.
Por las razones antes expuestas, somos de opinión que aquellas personas amigos,  y colaboradoras tanto del presidente del partido Leonel Fernández como del presidente de la República Danilo Medina, deben de abstenerse de emitir opiniones y juicios de temas que muchas veces no conocen. Hacen simplemente como los loros, que no es que sepan hablar, sino que repitan lo que escuchan.
El PLD debe pasar página y dejar la pelota en manos de la Comisión Mixta Bicameral del Congreso Nacional, para que sean ellos los que reúnan el consenso necesario para alcanzar finalmente la aprobación de la importante pieza legislativa, que sobre esa misma base, vendría a corregir en parte, las grandes debilidades del sistema de partidos dominicano, permeado por el dinero, tráfico de influencia, amiguismo, clientelismo, nepotismo y populismo.
 Un regreso del ex presidente Leonel Fernández al poder en el 2020, está estrechamente vinculado a dos circunstancias. La primera, es sobre la base de la unidad monolítica de todos los cuadros y organismos del partido en torno al candidato y segundo: Una plena disposición del jefe del Estado y su Gobierno en implicarse en la campaña hasta la victoria.
 De Igual manera un proyecto continuista o reeleccionistas de parte del presidente de la República Danilo Medina para continuar más allá del 2020, debe implícitamente contar con la primera condición y tampoco sería posible sin el concurso del presidente del partido y su grupo político. Matemáticamente los números no cuadran.
Paradójicamente parece una contradicción hablar de presidente del partido y al mismo tiempo decir, su grupo político, pues en teoría, un presidente de algo, así sea una empresa privada, en este caso un partido político, no debería tener tendencias, pero es que en República Dominicana dos y dos, no son cuatro, máxime si se habla de activismo político.
Aquellos que asesoran a uno y a otro de que echen el pleito y que lleguen hasta las últimos consecuencias en la lucha por el poder, no se dan cuenta que realmente están  afiliando el cuchillo para su propia garganta, pues al PLD en un escenario de confrontación o calentamiento entre las relaciones de ambos líderes, lo que le espera, es irremediablemente la oposición y vaya usted a saber a donde iría a parar esa organización.
 Lo que procede en este momento es limar aspereza y propiciar encuentros privados entre ellos, como única vía de entendimiento entre dos grandes de la política nacional.
jpm

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