martes, 21 de marzo de 2023

DANILO TIENE LA CULPA.



Todo aquel que sabe el significado de política profesional y lo compara con el ejercicio político del ex presidente Danilo Medina estará de acuerdo en qué a pesar de haber tenido la gran oportunidad de haber ejercido la primera magistratura del Estado y haber realizado técnicamente dos excelentes gobiernos, no pudo estar a la altura de las circunstancias. 

Lo que trato de decir en lenguaje coloquial, es que Danilo Medina Sánchez, es una mezcla de solemnidad y tigueraje callejero al mismo tiempo. Esta es la única razón del porqué un hombre que antes de ser presidente de la República, logró ser presidente de la Cámara de Diputados y posteriormente Secretario de Estado de la Presidencia con poderes excepcionales de jefe del gobierno, una vez en la presidencia de la República, no fuera capaz de aprovechar esa magnífica oportunidad para consolidarse como un estadista. Conozco a Danilo hace más de 25 años y en algún momento pensé que sería diferente al político que hoy.. 

En las redes sociales no paran de hacer memes con alusiones a su honestidad y la de algunos miembros de su familia. El ex presidente se ha convertido en un personaje de la sombra, incapaz de hacer vida pública y disfrutar por voluntad propia del sagrado derecho a libre circulación, pues apenas sale de su casa. El primer indicio que ofreció Danilo a la opinión pública fue el haber utilizado por vez primera a figura del narcotráfico nacional para dañar la reputación del presidente de su partido y principal responsable de llevarlo al solio presidencial en 2012.

Pero antes de eso, fue Danilo quien implementó por vez primera en nuestra sistema político, la injerencia del partido oficial en los asuntos internos de los partidos de oposición. Recordemos como siendo Secretario de Estado de la Presidencia del primer gobierno de Leonel Fernández (1996-2000) fue quien ejecutó crisis interna en el PRD con la reelección del Héctor Rafael Peguero Méndez en la presidencia de la Cámara de Diputados contra de decisión de la dirección del PRD de elegir al fallecido Winston Anaud Guzmán y también, el golpe a Julio Mariñez en la Liga Municipal Dominicana (LMD) para sustituirlo por Amable Aristy Castro, quien acababa de ser elegido senador de la provincia La Altagracia.

Logró la candidatura presidencial del PLD para el año 2000 utilizando todas las prácticas antidemocráticas posible para derrotar a entonces vicepresidente de la República Jaime David Fernández Mirabal. 

La cuestión es, que Medina Sánchez una vez en la presidencia de la República, en ocasiones, al parecer, no precisaba si era el Presidente o el dirigente político operativo que se movía como pez debajo del agua por todo el cuerpo y organismos del PLD, sin ser presidente del mismo, ni tampoco secretario general, pero si quien tenía el control funcional y orgánico. 

Es más, hubo una década donde incluso, Leonel siendo Presidente, era percibido hacia dentro como parte de aquella estructura dirigida por Danilo hasta que todo cambió entre los años 2006 y 2007 y nomo dijo alguien: Todo aquel que administra información confidencial, administra poder. Este principio fue aplicado por Danilo desde el poder para agenciarse lealtades y nuevos apoyos de importantes dirigentes del entorno de Leonel.

 A través de ese método, atrajo a Julio Cesar Valentín, al tiempo de venderle sueños a su vicepresidenta de la República Margarita Cedeño, quien con anterioridad, fuera primera Dama de la República durante los dos últimos gobiernos de Leonel (2004-22012). La doctora cayó en la trampa y perdió el aura de gran admiración popular de parte de un pueblo que no perdona el desagradecimiento y la osadía mostrada por la vicemandataria. 

Según los hechos actuales y la acusación que el Ministerio Público (MP) acaba de depositar como solicitud de medidas de coerción a tres ex ministros del anterior gobierno, el documento establece que el responsable intelectual de la Operación Calamar, es el ex presidente Danilo Medina que según el MP instó a sus funcionarios a buscar dinero ilícito para convención interna del PLD en el 2019 donde resultó ganador el ahora imputado Gonzalo Castillo y la campaña presidencial 2024. Esto no lo digo yo, sino la Procuraduría General de la República. Y lo peor fue que usó el despacho presidencial para dicha reunión lo que certifica que en verdad no sabia cuando era presidente o un político callejero. 

La situación de Danilo es muy penosa y al mismo tiempo preocupante. Al parecer su salud no anda bien, está inhabilitado para aspirar a la presidencia de la República, llevó al PLD a la derrota previa división, dañando así el mejor legado que el profesor Juan Bosch dejó a la sociedad dominicana al punto de convertirlo en un partido arruinado popularmente tras 20 años de ejercicio del poder y 16 de ellos consecutivos. 

Igualmente ha protagonizado varios actos bochornosos desde la presidencia de la República. 1ro.Militariza el Congreso Nacional (Poder Legislativo) en medio de una batalla para volver a modificar la Constitución y permanecer en el poder. Una osadía que ni el mismo Rafael Leónidas Trujillo Molina (1930-1961) pudo lograr, es decir, dos reformas constitucionales consecutivas como un traje a la medida a sus intereses particulares y lograr dos reelecciones una detrás de la otra como si él fuera el benefactor de la patria nueva y 2: Se negó por primera vez en la historia política dominicana a entregar formalmente la banda presidencial en la Asamblea Nacional y escuchar el discurso del nuevo presidente. 

Como si fuera poco, pierde las elecciones y no es capaz de reconocer su responsabilidad y acusa a los dirigentes medios y de base del fracaso electoral

. En conclusión. Estamos frente a la historia de un ciudadano que terminará recordado por las presentes y futuras generaciones como un déspota en vez de un demócrata; no obstante, vuelvo y repito, muy a pesar de haber realizado dos buenos gobiernos en términos económicos y sociales. La explicación a esto aparente contradicción, es qué en política, no es como se empieza, sino cómo se termina. 

Autor. Lic. Luis Columna Solano. Politólogo.