El
espejismo del PLD.
Por. Luis Columna Solano. Politólogo.
A falta de una amenaza real y efectiva
de oposición política, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), se ha
creído invencible, a juzgar por los movimientos internos que sacuden a la organización
política que en su día, Juan Bosch, líder histórico catalogó como su mejor obra
entre muchas.
El partido oficial al parecer, está
cansado de gobernar y lucha desde adentro para forzar una salida degradante e
humillante del Palacio Nacional, tras 16 años de triunfos consecutivos y con dos de los mejores presidentes desde el nacimiento
de la República en 1844. Hoy tenemos un PLD capaz de repetir los errores de
otros partidos y reinscribir la historia del desorden y la desorganización política
que fulminó al glorioso y emblemático Partido Revolucionario Dominicano (PRD), también
fue fundado por Juan Bosch en 1939 y que confinó al Partido Reformista Social
Cristiano (PRSC) a un reducido grupo de altos dirigentes, pero sin base.
Si el PLD y el Gobierno estuvieran un
partido de oposición controlando sus ejecutorias, como ocurría en sus tres
primeros gobiernos, todo el partido estaría unificado menos en el Comité Político
para conservar el poder. Sin embargo no es así. Ahora
tenemos a un PLD afilando cuchillo para su propia garganta y lo peor de todo,
es que no son capaces de verlo, dado que el coqueteo constante con el poder, los
ha hecho sufrir de crisis de percepción
de la realidad objetiva. Un falso reflejo que les hace creer que por cualquier vía y con cualquier candidato,
pueden retener el poder en el 2020.
Por eso vemos a ciertos sectores del peledeismo
propinando codazos, empujones y provocaciones al otro por coyuntura de transitoriedad
en el uso del poder y todos los beneficios que este te proporciona, ignorando
que el otro grupo también tiene experiencia en las mismas prácticas y que al
final, filo con filo, con se cortan.
Igualmente podríamos entender que no
son precisamente los protagonistas de ambos grupos quienes promueven las
acciones de sus seguidores y colaboradores más cercanos, pero el sentido común
nos dice, que ellos (DANILO Y LEONEL), son
consiente de todo lo que ocurre en su entorno, aunque algunas veces, se le
escapan de control. Recordemos que el ex presidente Joaquín Balaguer dijo durante
una crisis social en su Gobierno a raíz del asesinato del periodista Orlando Martínez,
que al lado de un presidente, coexisten fuerzas incontrolables, pero
necesarias.
No obstante a lo dicho por Balaguer,
tanto Danilo como Leonel, deben hacer un ejercicio de reflexión interna y
pensar más en los millones de simpatizantes de su partido, la suerte de cientos
de miles de miembros que forman parte del organigrama estatal y sobre todo, en
el bienestar del pueblo dominicano, en caso de un desenlace fatal de la
necesaria unidad partidaria.
El presidente Medina ha manifestado en
varias ocasiones que no optaría por una segunda reelección consecutiva y
debemos creerle y tomarle la palabra, pero también debe ser entendible, que de
no permitir que sus seguidores lo aclamen, proclamen, presionen y postulen,
seria experimentar precozmente el síndrome de la soledad del poder.. Un
sentimiento desagradable que acaba con el autoestima de cualquier gobernante
por más popular que haya sido.
No se entiende la razón del por qué
una parte importante del partido y del Gobierno, ven al ex presidente Leonel Fernández
como una amenaza a sus intereses particulares y de grupo, si una de sus mayores
virtudes del ex presidente de la República y presidente del PLD, es ser un
hombre capaz de perdonar al más feroz de sus enemigos, que dicho sea de paso,
no están dentro de su partido.
En consecuencia, lo más saludable para
esa organización morada, es dejar fluir la democracia interna y permitir que
todos los aspirantes presidenciales, puedan concurrir a un proceso de escogencia,
acorde con sus estatutos y las leyes de la República. Es por ello que se les
sugiere a ambos líderes, en especial al presidente Danilo Medina en su
condición de Jefe del Estado, dejar sin efecto el debate en torno al modelo de
primarias en el discutido proyecto de Ley de Partidos y Organizaciones Políticas.
Lo más recomendable a los intereses estratégicos
del PLD, sería dejar las cosas como están y concentrarse en la obra de gobierno
de Danilo y al mismo tiempo, ir
trabajando democráticamente las pre-candidaturas de cara a obtener con el favor
de las bases, una candidatura presidencial fuerte con el partido unido como única
garantía de retener el poder en mayo 2020.
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