martes, 20 de agosto de 2019

Gonzalo Castillo: Un candidato a vencer Autor: Lic. Luis Columna Solano/ Politólogo.

Gonzalo Castillo: Un candidato a vencer
Autor: Lic. Luis Columna Solano/ Politólogo. 

De acuerdo con el concepto de sangre nueva sugerido por el presidente Danilo 
Medina, en su deseo de que nuevas figuras participen en primera línea política por la nominación a la presidencia de la República, la candidatura de Gonzalo Castillo representa la mejor opción a vencer, para, de esta manera, Leonel demostrar que sigue siendo el líder indiscutible del PLD y, por consiguiente, a partir del 16 de agosto del año 2020, próximo presidente de la República.

La salida del exministro de Obras Públicas en busca de la candidatura presidencial peledeísta, lejos de representar un problema para Leonel, constituye un escollo en las aspiraciones de los demás compañeros de la tendencia danilista, (Montás, Segura, Domínguez Brito, Navarro, Baret y Pared Pérez), quienes ven en Gonzalo un aventajado que, dentro de esa corriente, va por el camino del centro, porque, entre otras razones, se ha definido como el más leal y genuino danilista.

No es cierto que el presidente Medina vaya a escoger un candidato específico para intentar derrotar a Leonel en las primarias del 6 de octubre. El presidente Medina, en su último y más reciente discurso a la Nación, habló de la conveniencia de que en el próximo torneo electoral  2020 la sociedad política se aboque a la participación activa, no sólo con votar, sino también con la presentación de caras nuevas como oferta electoral.  Aquel  mensaje fue sacado de contexto y llevado al plano personal y político entre el primer mandatario y el expresidente Leonel Fernández en su lucha interna por la candidatura presidencial PLD 2020.


Al día siguiente, el presidente se reunió en Palacio con  exministros  de su  gobierno y altos dirigentes del PLD que habían mostrado, meses atrás, el deseo de recibir su bendición a modo de apoyo político para alcanzar la candidatura presidencial. Este hecho, en conjunto con las declaraciones de cercanos colaboradores suyos de que el danilismo iría unido contra Leonel, ha creado un problema entre ellos, mientras Fernández se afianza cada día más como seguro candidato presidencial.

El presidente Medina, en caso de apoyar a un precandidato peledeísta contra otro del mismo partido, llámese Leonel, perencejo o sutanejo, comprometería su liderazgo, pues una decisión así pondría en juego el orden natural del sistema político y, por vía de consecuencia, un resultado impredecible que podría no gustar al PLD como soporte político del gobierno. Por ello, es nuestra opinión que el jefe del estado, en sus más recientes apreciaciones, ha sido sacado de contexto y que sabrá guardar su legado histórico acorde con su alta investidura.    

Un dato importante a destacar es que Leonel y Danilo han sido, exactamente al día de hoy, tres veces candidatos presidenciales de la organización. Visto lo visto, es palpable que sólo ellos tienen el suficiente arraigo popular y político para influir en el resultado final que puede mantener al partido morado de la estrella amarilla en el poder o echarlo del mismo.  En consecuencia, la precandidatura de Gonzalo y demás contrincantes de Leonel harán un buen papel en este proceso primario; un grupo se retirará, y de este mismo grupo, dos o tres aspirantes serán vencidos, y, entonces, el PLD y su gobierno trillarán juntos un camino hacia el mantenimiento del poder.

 

viernes, 9 de agosto de 2019

Contrincantes de Leonel, subidos en un Palo Encebao.

Contrincantes de Leonel, subidos en un Palo Encebao.
Autor: Lic. Luis Columna Solano. Politólogo.

A juzgar por los últimos acontecimientos políticos acaecidos en República Dominicana, en la mente del ciudadano común, yace la idea de que el próximo presidente del país será nuevamente, y, por cuarta vez, el doctor Leonel Fernández Reyna, y que sus adversarios internos jugarán un papel importante en las primarias del 6 de octubre del corriente 2019.
La situación en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), para algunos, luce delicada. Sin embargo, la realidad es que está cerca de resolverse. La razón principal es que el presidente de la República, Licenciado Danilo Medina, a pesar de lo dicho por algunos colaboradores cercanos, no va a asumir como suya la precandidatura de ninguno de los que aspiran a convertirse en el heredero político y social de un liderazgo que le ha costado décadas de trabajo y dolores de cabeza construir.
El presidente Medina, a pesar de que actualmente la Constitución le prohíbe regresar y aspirar nuevamente al cargo de Jefe del Estado, no será un político en retiro, pues esa figura no existe en el país. Medina, contrario a esto, tiene un futuro promisorio como presidente del partido oficial en adición a su condición de expresidente de la República. Es por ello, que estoy seguro de que los actuales contrincantes internos del expresidente Fernández, aspirantes también a la candidatura presidencial PLD del 2020, están todos, y sin excepción, subidos en un “palo encebao”.
Otro principio que hará posible la victoria de Fernández Reyna, no sólo en el proceso primario del 6 de octubre 2019, sino también en la cita electoral del 17 mayo 2020, es que “las clases sociales no se suicidan”, de manera que no es siquiera el axioma de que “es mejor un malo conocido que un bueno por conocer”, sino que lo que ordena el imperio de la lealtad y la coherencia política es apoyar a un verdadero líder del partido como lo es Leonel Fernández.
Medina jamás pondría en manos de un colaborador o exministro de su gobierno un proyecto y liderazgo que ha construido por más de 40 años de trabajo duro y continuo, menos con los ejemplos de deslealtad que se han experimentado en países de la región, tales como Brasil, con Ignacio Lula Da silva, Dilma Rousseff y Michel Temer; Colombia, con Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos; y Ecuador, con Rafael Correa y Lenin Moreno. En todos estos casos, vimos a un presidente de la República apoyando a exministros o estrechos colaboradores y salir traicionados y perseguidos.
La razón que motivaron dichas traiciones fueron más políticas que personales, tal cual la expresión de un precandidato peledeísta, al referirse a sus férreas y descarnadas críticas al expresidente Fernández, quien le nombró en cinco posiciones durante sus tres gobiernos. Si Medina entregara su corriente política estaría cometiendo un error que podría dañar su legado histórico como uno de los mejores presidentes de la República, al frente de los mandatos que él ha definido como gobiernos con rostro humano.

Otra razón que apoya la tesis de la traición como mecanismo de movilidad social en la arena política, es la necesidad de forjar un liderazgo propio y distante de quien ha sido tu mentor. Cualquiera de los precandidatos que buscan la bendición del presidente de la República, en el supuesto caso de ganar las primarias, al día siguiente marcaría distancia con el jefe del Estado como preludio de lo que se avecina en un futuro gobierno. Ese escenario no pasaría si fuera Leonel Fernández el candidato del PLD, dado que el exmandatario tiene su propio estilo y no necesitaría apoyarse sobre el liderazgo de Medina, dejando intacto dicho legado.
En República Dominicana ningún político que haya pasado por el poder se retira. En consecuencia, Danilo tampoco lo hará, y eso significa que el asunto quedará entre familia.