martes, 1 de agosto de 2017

Un paso correcto que descoloca a la oposición.


Por el Lic. Luis Columna Solano.

 La decisión del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana, dio una bofetada política al Partido Revolucionario Moderno y otros grupos emergentes en la Cámara de Diputados, al decidir el cumplimiento del acuerdo de alternabilidad en la presidencia de ese hemiciclo, decisión que garantiza el puesto para el diputado Rubén Maldonado.


Como dice un refrán popular “Culebra no se amarra en laso, porque se suelta”. El PLD en su trayectoria y el uso del poder, ha aprendido lo suficiente como para permitir que desde la oposición, le apliquen el mismo método que ellos usaron con Héctor Rafael Peguero Méndez en su paso por la  presidencia de la cámara baja. Bien sabido es, que amplios sectores de la oposición se mostraron muy de acuerdo con un sector del oficialismo, que por cuestiones de oportunismo político, pretendían reelegir a la actual presidenta Lucia Medina Sánchez.

La oposición liderada por el PRM, era consciente que de producirse aquel hecho, eso automáticamente hubiese significado una ruptura del equilibrio político que exhibe el PLD. El único partido político en la historia nacional, que ha sobrevivido a la experiencia de tener un liderazgo compartido.

 Todo nacional dominicano, pero en especial aquellos que nacieron en la última generación del siglo pasado, es decir, el sector poblacional que está entre 35 y 50 años son conocedores de los traumas que los conflictos internos han provocado en los demás partidos. En el PRD, por ejemplo, los llevó a subdividirse en más de cinco ocasiones, dando paso a la formación de otros partidos, siendo en más notorio el mismo PLD y ahora el PRM. En cuanto el Partido Reformista, su líder y fundador Joaquín Balaguer, también libró  uno que otros conflictos internos con sus vicepresidentes  Francisco  Augusto Lora (1966-1970) y Jacinto Peynado (1994-1996), así como con su ex colaboradores políticos Fernando Álvarez Bogaert en (1990)… Todos fueron fulminados políticamente por Balaguer.    

En cambio el PLD  a pesar de los grandes intereses encontrados entre Leonel Fernández y Danilo Medina,  ambos han sido capaces (con sus matices), de poner por delante los intereses generales de la organización fundada por Juan Bosch, a sus respectivos grupos o tendencias. Estando así las cosas y siempre que entre ellos reine la sensatez  y profesionalidad política que los caracteriza. Dicho esto último, este partido está llamado a continuar en el poder por mucho tiempo, siempre y cuando continúen aplicando el sentido de responsabilidad, equilibrio y alternabilidad en sus decisiones.



No hay comentarios:

Publicar un comentario