domingo, 23 de octubre de 2022

Radar Político a la elección de Abel Martínez.


La consulta ciudadana realizada por el Partido de la Liberación Dominicana, (PLD) en busca de igualar al Partido oficial Revolucionario Moderno (PRM) y Fuerza Pueblo (FP) quienes tienen al presidente de la República Luis Abinader y al tres veces presidente del país, Leonel Fernández como candidatos presidenciales visibles para las elecciones 2024, la misma ha constituido un balón de oxígeno y un triunfo mediático para esa organización política.

Sin embargo esta elección y sus matices son objeto de un análisis frío, lejos del fervor y el morbo del momento.

Hace una semana que el Alcalde Municipal de la provincia de Santiago Abel Martinez Durán fue escogido precandidato oficial del PLD en un proceso interno que comparativamente con el proceso anterior en el 2019  registró una baja participación; no obstante, todo salió bien. Otra clave importante de esta elección fue los márgenes alcanzados por los tres principales candidatos.

El convincente triunfo, por no decir, aplastante  de Abel, ha desatado mil y una conjeturas sobre que pasó por ejemplo con Margarita Cedeño, quien lucía puntera según las bocinas del danilismo y a juzgar por las estelares figuras de esa predominante tendencia peledeísta que le apoyaban.

Ha sido una sorpresa que el ex procurador general de la República Francisco Domínguez Brito haya obtenido más votos que la ex primera dama y ex vicepresidenta de la República, la cual en teoría, iba montada, comida  y confiada en la estructura política y orgánica del presidente Danilo Medina.

En clave interna la situación  es la siguiente:

1ro.  El ex presidente Medina es consciente de que su reinado como líder de esa organización ha puesto el reloj en marcha y que Abel no necesita ampararse en sus obras de gobierno para promoverse, pues de hacerlo, heredaría lo bueno y malo, en especial, lo peor.  

2do. El ya candidato presidencial, a falta de su proclamación oficial el próximo año, no esperará para trazar la raya de Pizarro en esa organización en busca de relanzarla e intentar recuperar el liderazgo opositor, que al momento, está en manos indiscutible del líder de la Fuerza del Pueblo Leonel Fernández,  a quien el gobierno identifica mediante sus ataques y 3ro. Abel, lejos de los que muchos vaticinan, no tendrá prisa en anunciar su compañero de boleta, aunque el radar político identifica que será un persona que no haya participado en el proceso pasado, pues su alta votación, le dejó las manos libres para descartar a Domínguez Brito como a Margarita.

En clave externa. Su elección no ha surtido el mismo efecto, pues sus contrincantes, son líderes consagrados y con experiencia en la primera magistratura del Estado. No obstante a ello, se espera que Abel reconfigure el escenario político, dado que su sola elección, condiciona y garantiza una segunda vuelta electoral.

Abel todavía es percibido por un amplio sector de la población como un discípulo de Leonel Fernández. Todos fuimos testigos de su permanencia durante 6 años consecutivos como presidente de la Cámara de Diputados mediante acuerdos en el Comité Político del entonces partido oficial, como consecuencia de  acuerdos entre Danilo Medina y Leonel Fernández, quienes se disputaban el liderazgo del partido. 

De igual manera, años antes de la salida de Fernández del PLD, este logró propinar un duro golpe al danilismo con la elección de Abel como candidato a la alcaldía de Santiago, cuando el presidente Medina ya había identificado al fenecido dirigente de su tendencia Mochy Rodríguez como el virtual candidato y tras su salida del PLD, el actual líder de la Fuerza del Pueblo, se le atribuye la reelección de Abel en el cargo.

Todo esto lo sabe el gobierno y el partido oficial, quienes han sido en clave nacional, los más perjudicados con la elección de Abel Martínez, pues sus afanes por abundar en la división entre bochistas fracasó con la pérdida de Margarita. Su coqueteo con Danilo y el PLD fueron infructuosos. Ahora solo ven en el horizonte, una posible alianza automática en segunda vuelta entre los partidos Fuerza del Pueblo y PLD. Quien obtenga el segundo lugar frente al presidente Luis Abinader,  será el próximo presidente de la República.

 

Una ventaja de Abel frente a Fernández y Abinader no será su juventud, sino su posición firme y coherente sobre la problemática haitiana y la inseguridad que la misma representa para el país y la sociedad.

En ese punto, el candidato peledeísta hará que ambos líderes adversos tengan que emplearse a fondo ante un electorado que ve con bastante preocupación en este asunto y reclama medidas urgentes al tiempo de cuestionar  lo que pudieron ser en tal sentido, políticas exteriores equivocadas en los gobiernos de Fernández 1996-2000 2004-20008 y 2008-2012 respectivamente.

Ahora bien, para que se cumpla este  último planteamiento, el candidato del PLD tendrá que mostrarse como un alto conocedor de una problemática que va más allá de recoger haitianos de los parques municipales, pues se trata de la relaciones bilaterales entre dos países soberanos, lo mismo decir, sujetos por excelencia del Derecho Internacional y de la Carta de Naciones Unidas, tema donde Leonel y Abinader, son versados en la materia. 

Autor. Lic. Luis Columna Solano/ Politólogo y Máster en Gobierno y Administración Pública.


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