sábado, 13 de junio de 2020

Reflexión de actualidad. Juan Jóse Sánchez Núñez

Una de la definiciones que recorre la  Real Academia de la Lengua (RAE) de la democracia” es una doctrina política según el cual la soberanía reside en el pueblo, que ejerce el poder directamente o por medio de sus representantes”.

 Por lo tanto un país democrático debería asumir esta definición como buena y valida, y aquí  me quiero detener, en el termino REPRESENTANTE, por medio de votaciones libre los ciudadanos eligen sus representantes, ante las diferentes cámaras legislativas, para que en su nombre, defiendan y elaboren leyes para los  mejores interés de los colectivos que lo han selecciones, así pues depositan toda su confianza para tales fines. 

Por un periodo determinado, sean sus portavoces, y defensores del pueblo que así lo eligió, en nuestro país que se ha demostrado en la práctica a través de los años, no todos cumplen esa misión encomendada, sin que en muy pocos caso exista un régimen de consecuencia por sus acciones, vemos a diario ese tipo de comportamiento, y por lo tanto parece que se ha asumido como bueno y valido, y desde mi  punto de vista ahí reside el gran uno de grandes problema, para el desarrollo institucional de un país, si los ciudadanos no velamos a quienes hemos depositado nuestra confianza para defendernos y así no lo hacen, no habrá manera de que no, nos sigan engañando y actuando como hasta ahora para sus propios beneficios particulares.

 Ayer vimos un ejemplo de eso, en nuestra cámara de Diputados, un sector o grupo, actuando de manera particular, violentar la decisión tomado por la oposición y tener el descaro de utilizar un argumento muy poco creíble, a  sabiendas que, el proyecto de aporte del 30% de la AFP, a los auténticos  dueño del ese dinero, no iba a prosperar, usar la argucia(desde su punto de vista),de disfrazarlo, para negociar un petición del gobierno, no tiene otro nombre que es de la vulgar venta de voluntades para beneficio particular, y salir a defender eso como un intercambio por interés de bien común, revela, la desfachatez del que lo hizo, intentar  engañarnos como si fuéramos  tontos
.Debemos tomar conciencia de esas acciones para de una por toda vez sacar y no volver elegir mercaderes de la política, que abusan de la confianza en ellos depositada.     

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